[imageframe lightbox=”no” style_type=”dropshadow” bordercolor=”” bordersize=”2px” stylecolor=”” align=”left” animation_type=”0″ animation_direction=”down” animation_speed=”0.1″ class=”” id=””][/imageframe]Ashford Park, Lauren Willig
No hay en esta novela nada memorable, nada digno de mención. La he ido leyendo a trocitos, entre otras lecturas, matando el tiempo hasta que conseguía algo más suculento a lo que hincarle el diente. Para mí ese ha sido su única virtud: servir de entremés.
Esto es lo que prometía le reseña de la editorial:
Ashford Park, de Lauren Willig, es una novela apasionante sobre el deseo, el poder y la pérdida, de la alta sociedad británica a los rascacielos de Manhattan, de la Primera Guerra Mundial hasta el mundo de hoy. Cuenta con una historia adictiva y apasionante, con giros inesperados en cada capítulo que mantienen en vilo al lector. Una buena historia muy bien contada.
[separator style_type=”none” top_margin=”10″ bottom_margin=”0″ sep_color=”” icon=”” width=”” class=”” id=””]Como hoy me siento un poco maliciosa, voy a puntualizar algunos aspectos:
[checklist icon=”” circle=”no” size=”small” class=”” id=””]
[li_item icon=”fa-check” iconcolor=”” circle=”” circlecolor=””]Es cierto que se trata sobre la pérdida: es una pérdida de tiempo intentar encontrar la historia adictiva y apasionante.[/li_item]
[li_item icon=”fa-check” iconcolor=”” circle=”” circlecolor=””]Es cierto que es una buena historia, pero no está bien contada. El argumento es interesante, pero no está bien explotado. Es totalmente plana, con personajes anodinos y estereotipados. Tampoco consigue trasladarte a ninguno de los escenarios; ni siquiera la ambientación es eficiente.[/li_item]
[li_item icon=”fa-check” iconcolor=”” circle=”” circlecolor=””]Lo de los giros inesperados (¿que te mantienen en vilo?), que me lo expliquen, porque es todo tan evidente que da sopor. Yo creo que en vez de giros, da tumbos entre el presente y el pasado, intercalando la historia de nieta y abuela.[/li_item]
[/checklist]
En fin, no quiero seguir haciendo sangre. La novela se puede soportar, pero rebajando las expectativas con la que nos la venden. Yo diría que es una novela romántica venida a más (con todos mis respetos para el género, pero que no es de mis preferidos).
Uy, pues sí que hay que rebajar expectativas… Las reseñas de la editorial, bueno, en fin… Qué difícil es filtrar las que inflan el contenido y la magnificencia del libro y las que perfilan exactamente lo que contiene…
Besos!
Sí, la verdad. Y es curioso, porque luego hay libros magníficos a los que la reseña no les hace justicia…
¡Besos!
Más de una vez he pensado que los que hacen las críticas de la contraportada no se ha leído el libro. ¿Divertido? y descubres que es un dramón, aunque el título sugiera otra cosa, de hecho creo que muchas opiniones se basan en el título y, si acaso, la ilustración de la portada.
Besos.
Bueno, yo entiendo que su trabajo es vender la novela, de eso se trata al fin y al cabo… Pero tienes razón en que a veces está tan inflado y pervertido el mensaje que no tiene absolutamente nada que ver con el contenido. En cuanto al título, en alguna ocasión leí un artículo muy interesante sobre el proceso del “bautismo” de un libro, y mencionaba casos concretos de auténticos disparates. A ver si lo localizo.
¡Besos!
Ciertamente lo que señalan las contratapas de los libros, e incluso sus solapas, no siempre se condicen con el contenido del libro. Buenas nota de advertencia para incautos o lectores ingenuos 😉
Sí, no es el primer chasco que me llevo, la verdad… Por eso comencé este blog, cansada de los “fraudes” de algunas reseñas editoriales.
Gracias por tu comentario.
¡Un saludo!