Una suerte pequeña, Claudia Piñeiro

Como me gustó tanto Un comunista en calzoncillos, me sumergí en la nueva novela de Claudia Piñeiro sin leer siquiera la reseña de la editorial. No es algo que suela hacer habitualmente, ya que es un riesgo mayúsculo. Pero cuando aciertas, cuando tienes suerte, disfrutas más leyendo sin ningún condicionante previo, sin antecedentes que te predispongan. Pues he tenido suerte, y no una suerte pequeña. De nuevo he podido gozar del placer de lectura per se.

Mary Lohan, antaño Marilé, regresa a Argentina tras veinte años. Una desgracia la alejó de su vida anterior. Ahora tendrá que enfrentarse a aquello que dejó atrás. En esencia, este es el argumento de la novela. Pero es mucho más: una novela psicológica que profundiza en la maternidad, la felicidad, la renuncia, el destino incluso… Un relato íntimo y conmovedor en el que la protagonista se deshace de cualquier coraza protectora para explorar en su dolor:

“Porque el dolor solo se puede contar así. El dolor, el desgarro, la huida, el partirse en mil pedazos que nunca volverán a unirse, la mirada lejana, el abandono, el abandonarse, las cicatrices, solo se pueden narrar en primera persona”.

Mary Lohan nos irá desvelando poco a poco aquello que la hizo huir, aquello por lo que regresó también, añadiendo un elemento de suspenso que enriquece y dosifica la narración. En algunos momentos, consiguió que sintiera físicamente ese dolor: tal es su capacidad para describir ese sentimiento de desgarro. Y, sin embargo, no deja un poso de tristeza. Creo que me voy a volver una incondicional de Claudia Piñeiro.

Realmente, una delicia de novela.

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