Dar con la portada perfecta para un libro es un todo un arte, no cabe duda. Sin embargo, hoy solo vamos a ilustrar la regla que, a mi juicio, es primordial a la hora de hacerlo: no equivocarse. Y no me refiero a errores del tipo: “bueno, esa imagen no dice mucho”, “esa combinación de colores no fue la más acertada”, “la tipografía no es la ideal” o “es un poco sosa”… No, me refiero, literalmente a “no equivocarse”. Veamos seis ejemplos que hablan por sí solos…
Grandes errores cometidos en las cubiertas de los libros
[fusion_title hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” class=”” id=”” content_align=”left” size=”2″ font_size=”” line_height=”” letter_spacing=”” margin_top=”” margin_bottom=”” margin_top_mobile=”” margin_bottom_mobile=”” text_color=”” style_type=”single solid” sep_color=””]Réquiem “para” un campesino[/fusion_title]
En este caso, se trata de una errata en el título. Como podemos ver en la primera imagen, en esa edición de 1971 le cambiaron la preposición al pobre campesino.
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Si a Sender le cambiaron el título en el caso anterior, en esta portada, al pobre, le escamotearon la “J”. Tal vez se trataba de una confabulación contra el autor ya que, curiosamente, en los dos casos se trataba de la editorial “Editores Mexicanos Unidos”.
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A la izquierda, la primera edición de la novela de Carlos Gorostiza (1981), con contenido extra: el artículo en el título está de más. El error fue subsanado en la segunda edición.
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De nuevo, una errata en el título: en la primera imagen vemos Donde la ciudad cambia “de” nombre en lugar de “su”.
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En este caso el error se encuentra en la imagen, y no es baladí: en la primera edición de El gran libro de Android, la fotografía del teléfono móvil corresponde a un Iphone. La editorial subsanó el error en la segunda edición.
[fusion_title hide_on_mobile=”small-visibility,medium-visibility,large-visibility” class=”” id=”” content_align=”left” size=”2″ font_size=”” line_height=”” letter_spacing=”” margin_top=”” margin_bottom=”” margin_top_mobile=”” margin_bottom_mobile=”” text_color=”” style_type=”single solid” sep_color=””]Modern Family, modelo de familia tradicional[/fusion_title]
La historia de esta portada es mi favorita. Se trata de un libro electrónico sobre educación fundamentalista en la familia, escrito por un predicador evangelista antigay. El autor buscó en Google una imagen para la portada, y eligió sin saberlo una de Modern Family, serie a la que él mismo había denominado como “perversa” por contar con una pareja gay. El libro fue retirado de Amazon.com por no respetar los derechos de imagen.
Qué buena la última… contradicción al canto. En cuanto a la de Ramón J. Sender… está bueno el descuido. Al hilo de esto, yo conozco a varios argentinos y mexicanos que donde nosotros decimos durante, ellos dicen por… en fin… Ah, me pregunto de dónde diablos sacarás tanta información… Saluditos desde Karlsruhe!
Sí, a mí lo que me hubiera gustado es ver la cara del predicador cuando se enteró de lo que había hecho por los comentarios de Amazon. Después se explicó de esta manera a través de su perfil de Facebook:
Bueno, acabo de recibir una llamada telefónica acerca de la imagen que utilicé en mi Libro de Disciplina del Niño. Evidentemente, [la foto] es de un programa de televisión perverso en el que aparece una pareja gay. La situación es la siguiente:
1. No tengo televisor y no lo tendré en más de 35 años.
2. Nunca oí hablar de de dicha serie.
3. Escogí la imagen de una búsqueda en Google, que asumí que no tenía derechos de autor.
4. Cualquiera que me conoce, sabe que nunca apoyaría tanta maldad como la sodomía o incluso la televisión.
En fin… Sobran palabras.
Por cierto, esta información en concreto la encontré en El Huffintong Post.
Artículo Yucatán interesante y curioso. Las erratas no sólo aparecen en el interior de los libros.
Me encanta el artículo, yo hago diseño de cubiertas y se la importancia que tienen todos esos detalles en la misma.
Impresionante el último caso.
[…] Tauler, “Portadas con errores… (erratas y otros deslices)” Érase una vez, 24 de septiembre de […]