Luisa y los espejos, Marta Robles
Esta novela ha conseguido sorprenderme, sobre todo porque esa sorpresa ha sido directamente proporcional a los recelos que iba acumulando mientras avanzaba en la lectura. Me ha cogido desprevenida, vaya, y eso es algo que se agradece, ya que aleja la lectura de la monotonía de lo previsible. Ha sido una baza muy arriesgada, pero realmente acertada.
En la novela conviven las historias de dos mujeres: la de Luisa Aldazábal, y la de Luisa Casati, la Marchesa. La primera es una mujer con una vida convencional, dedicada a su marido y sus hijos, que tras despertar de un coma decide dar un cambio radical y recuperar el sueño de su juventud de ser artista. En ese camino, se obsesionará con el personaje real de la Marchesa Casati, una mujer singular que fue musa y mecenas de innumerables artistas.
La vida de Luisa Casati, que desconocía por completo, es sumamente interesante y está narrada, como la propia autora comenta, con una mezcla de biografía y fantasía muy equilibrada. Esta mujer dedicó su vida a convertirse en una obra de arte viviente y no reparó en medios para conseguirlo. Desde luego, nadie puede quedarse indiferente ante su magnética personalidad y su extravagante personaje, alejado de todo convencionalismo. Y si van a leer el libro, tengan preparado el buscador de Google, pues es imposible dejar de buscar las imágenes a las que se hacen referencia en él.
En lo que respecta a Luisa Aldazábal, es una mujer cuyos sueños se vieron truncados y se autoexilió la seguridad del matrimonio y la maternidad. Un día despierta no solo del coma, si no a la vida, y emprende la busqueda de aquella que fue o quiso ser. La situación inicial de su personaje, atrapado en su propia tela de araña, resulta muy veraz. Era su evolución la que me originaba cierta suspicacia, no me encajaba con la magnífica ejecución de la parte histórica, y me parecía un poco forzada…
Pero es precisamente en esta parte de la trama donde se encuentra el espejismo de la novela, donde se fundamenta su título y donde está la sorpresa… Un libro ciertamente lleno de estímulos y de mágicos reflejos.
Deja tu comentario