Los desorientados. Amin Maalouf
Ojalá este mundo estuviera poblado de personajes como los del libro; seguramente sería más pacífico y más justo. O, por lo menos, más interesante.
Adam, nacido en Líbano, decide exiliarse en París, en la década de los setenta, debido a los conflictos que comienzan a sacudir su país.
Atrás deja un heterogéneo grupo de amigos, algunos musulmanes, otros judíos, otros cristianos… pero todos árabes. Los enfrentamientos obligaron a cada uno a tomar distintas decisiones, a emprender caminos que en algunos casos crearon distancias insalvables.
Un cuarto de siglo después, el fallecimiento de uno de ellos, le empuja a regresar a su tierra. Este acontecimiento es el motor para rememorar los hechos de su juventud e intentar una nueva unión del grupo.
Es un libro perfecto para entender mejor el conflicto entre el mundo occidental y el mundo árabe. Nos ayuda a comprender cómo los desastres consecutivos fueron desequilibrando progresivamente el mundo árabe y, después, todo el conjunto del mundo musulmán, y el traumatismo que esto generó en los árabes, tanto en los que se fueron a Occidente, como en los que se quedaron.
Nos habla de religión, de política, de ideales, todo ello sin fuegos de artificio. Está escrito con una sensibilidad exquisita, es muy sutil y tierno, algo bastante complicado cuando se tratan temas tan delicados.
Me ha dado una perspectiva diferente de la conciencia de Occidente y del mundo árabe. Una noción que resume este fragmento del discurso del autor cuando recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010:
“La diversidad en sí misma no es ni una bendición ni una maldición. Es sencillamente una realidad, algo de lo que se puede dejar constancia. El mundo es un mosaico de incontables matices y nuestros países, nuestras provincias, nuestras ciudades irán siendo cada vez más a imagen y semejanza del mundo. La que importa no es saber si podremos vivir juntos pese a las diferencias de color, de lengua o de creencias; lo que importa es saber cómo vivir juntos, cómo convertir nuestra diversidad en provecho y no en calamidad”.
No puedo evitar darte las gracias por tu estupenda reseña. He tomado nota para la muy próxima Feria del Libro. ¡Cómo comprendo sus sentimientos! He tenido la suerte de formar parte de grupos como el “Judeo-cristiano” y el “Islamo-cristiano” y muchos etc(s)…
Los dogmatismos, las fobias, los fundamentalismos, los nacionalismos…¡Qué pobreza para quienes están atrapados en esas “jaulas”…La riqueza de la diversidad, de la apertura a otras culturas, del diálogo … abren, liberan……….Libertad! libertad! libertad!!! Libre es quien no acepta ni dogmas, ni fronteras, ni exclusiones……
Evidentemente buscaré el libro…en el original…