La felicidad es un té contigo. Mamen Sánchez
Con permiso de Eduardo Mendoza, y por supuesto salvando las distancias, La felicidad es un té contigo debió titularse Una comedia ligera. Más que ligera, incorpórea, diría yo.
Se anuncia como “la novela más alegre del año”, y me parece una descripción un poco ambiciosa. No es alegría lo que inspira su lectura; quizás diversión hubiera sido un calificativo más adecuado, aunque desde luego, para mi gusto, no es precisamente la novela más divertida del año.
La historia narra las aventuras y desventuras de un variopinto grupo formado, entre otros, por un millonario inglés (desaparecido de forma misteriosa cuando llega a España con el encargo de echar el cierre a una revista), las cinco mujeres integrantes de esta publicación y el inspector que lleva a cabo la investigación.
Creo que hay demasiados personajes y que son bastante planos, sin matices. Me resultó imposible empatizar con ninguno de ellos. Además, claro está, de la tendencia excesiva al tópico rayana en lo absurdo. Supongo que está hecho de forma deliberada para resultar fresco y/o divertido. Los giros de la historia son en su mayoría de lo más previsible, y los otros, demasiado forzados.
Creo que es muy difícil escribir comedia. No he leído otros títulos de la autora y, sin embargo, en algunos párrafos sí he detectado algunas emociones muy profundas muy bien reflejadas. Me hace deducir que otro tipo de género le casaría más…
Todo lo anterior no quita que es un libro que entra muy fácilmente, se deja leer y, por qué no, es ameno, pero me dejó con una agridulce sensación.
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